Con estos días de lluvia continua y de bajadas de temperaturas nada mejor que una rica crema de legumbres y verduras que nos haga entrar en calor y coger fuerzas.

Hace ya algún tiempo conocí por casualidad en un mercadillo de frutas y verduras, las setas shiitake. Desde entonces han sido un gran descubrimiento culinario para mí,  por lo que os animo a preparar recetas con este tipo de setas de textura peculiar pero de un sabor exquisito.

Por si lo desconoces,  las shiitake se han convertido en el hongo asiático más popular y cultivado en todo el mundo. Pero, ¿Qué las hace tan especiales? El motivo de que este pequeño fruto sea tan importante en la cultura japonesa son sus múltiples beneficios para la salud. así como la combinación de su intenso sabor y aroma ahumado que hacen de esta seta una delicatessen en cualquier tipo de cocina.

Esta seta crece de forma natural dos veces al año, en primavera y otoño, en la madera de determinados árboles como el roble, el haya, el eucalipto o la encina. En los mercados puedes encontrarlas tanto frescas como deshidratadas pero ¡ojo! es importante tener en cuenta que si utilizas las setas en seco su sabor será mucho más intenso que en su versión fresca y, por tanto, el modo de cocinar ambas versiones también es diferente.