Pan de agua: el arte de lo simple

Hay algo mágico en el pan. En su aroma, en su corteza dorada, en la espera paciente mientras la masa reposa. Pero si hay un pan que encarna la esencia de la sencillez, ese es el pan de agua.

Una receta humilde, sin complicaciones, con solo lo esencial: harina, agua, sal y levadura. Nada más… y nada menos.

El pan de agua es perfecto para quienes buscan una miga ligera, una corteza crujiente y ese sabor que recuerda a las panaderías de siempre. Su textura aireada lo convierte en el acompañamiento ideal para cualquier comida, o simplemente para disfrutar con un chorrito de buen aceite de oliva.

Lo que hace especial al pan de agua

La clave de esta receta está en la alta hidratación de la masa. El agua no solo suaviza la textura, sino que también favorece una fermentación más lenta y aromática. Es un pan que pide paciencia, pero devuelve con creces el tiempo invertido.

Con la ayuda de tu Thermomix® , el amasado se convierte en un proceso limpio y fácil: sin esfuerzo, sin harina por todas partes, y con resultados que rivalizan con los de cualquier panadero artesanal.

Ideal para…

 •Desayunos con mantequilla y mermelada casera 🍞

 •Bocadillos crujientes con jamón o queso 🧀

 •Acompañar sopas y guisos 🥣

 •O simplemente para disfrutarlo recién hecho, aún templado

Consejo de panadera

 Deja que el pan repose bien antes de cortarlo. Aunque la tentación sea grande, ese tiempo extra permite que los aromas se asienten y la miga termine de perfeccionarse.